Ahora todo se ha ido, las raíces se han podrido, y en donde había un gran y frondoso árbol sólo queda el hueco en donde alguna vez estuvo en pie.
La tierra está fría, seca, y sin vida, ya nada volverá a crecer, aquellos pastizales salvajes en los que es imposible no tirarse sobre ellos, es imposible no querer acariciar tus mejillas con el dulce olor del pasto... Ahora todo eso se ha ido.
Ahora no quedan más arena sucia y sin vida, sin agua, sin esperanzas.