8.1.09

Kiwi

No, no es de esos que se comen. Tiene patitas y es un tanto lerdito, pero hay que verlo :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bello! cómo los ideales, las sensaciones o la magia, pueden consumirnos hasta tal punto, que no tendría sentido un después.
En vez de pensar que cayó hasta chocar con el suelo, prefiero pensar que voló tan alto, que se fundió con el Absoluto, el Sol, y una eternidad maravillosa.

PD: ¡Se parece mucho al mito de Ícaro!

PD2: A veces las lágrimas son el mejor aplauso.